top of page

CAMBIOS EN EL CEREBRO DE LA MUJER TRAS EL EMBARAZO

  • Foto del escritor: Lucía Vaquero Díaz
    Lucía Vaquero Díaz
  • 3 nov
  • 6 Min. de lectura
ree

El embarazo genera grandes cambios en el cuerpo de la mujer. Sin embargo, más allá de las alteraciones físicas, también ocurren transformaciones significativas en el cerebro. Estos cambios neuropsicológicos son el resultado de interacciones hormonales, neurológicas y psicológicas que preparan a la madre para responder a las demandas del recién nacido y, a su vez, facilitan la creación de un vínculo afectivo esencial para el desarrollo infantil.

Durante y después del embarazo, el cerebro de la mujer experimenta adaptaciones en áreas clave relacionadas con la memoria, el procesamiento emocional y la regulación del estrés. Estas áreas le permiten interpretar y responder a las señales del bebé con rapidez y sensibilidad. Además, la activación de zonas cerebrales encargadas de la empatía y el reconocimiento emocional fortalece la capacidad de comprender y responder adecuadamente a las necesidades de su hijo. Este proceso se facilita por el aumento de hormonas como la oxitocina y la dopamina, que no solo refuerzan el vínculo entre madre e hijo, sino que también influyen en la percepción de recompensa y bienestar durante la interacción con el bebé.

 

Los cambios neuropsicológicos en la madre también tienen un impacto duradero en su vida emocional y cognitiva, incrementando su resiliencia, empatía y habilidades de multitarea. Estas adaptaciones representan ventajas evolutivas que aseguran el cuidado y la supervivencia del bebé. De esta forma, el proceso de maternidad transforma el cerebro de la mujer, moldeando su comportamiento y enriqueciendo su experiencia emocional y cognitiva de manera profunda y significativa.

Tras el parto, se ha observado una disminución en la materia gris de ciertas zonas cerebrales, generalmente en áreas ligadas a la regulación emocional y la toma de decisiones. Esto se relaciona con la adopción del nuevo rol maternal, la priorización del cuidado del bebé y el reajuste de prioridades en su vida.


ree

Asimismo, se producen cambios en las conexiones neuronales, que facilitan la creación del fuerte vínculo entre madre e hijo. Estas nuevas conexiones optimizan la incorporación de información sensorial y emocional, ambas cruciales para la crianza del bebé.

 

En cuanto a las conexiones neuronales, se observa un aumento de la actividad en áreas emocionales relacionadas con la recompensa, el apego y el sistema límbico. Esto está ligado a la experiencia del amor maternal y el vínculo que se desarrolla al llevar al bebé en el vientre. Las hormonas juegan un papel fundamental en estos cambios. La oxitocina se asocia con la creación de vínculos emocionales y el comportamiento maternal.

 

Respecto a la neuroplasticidad, se producen cambios estructurales adaptativos que permiten responder a las nuevas demandas del cuidado infantil. Esta plasticidad es necesaria para ajustarse a las exigencias del cuidado del recién nacido. También se observan cambios en la regulación del estrés, lo que ayuda a aumentar la sensibilidad hacia las señales del recién nacido, permitiendo atender adecuadamente sus necesidades.

 

Estos cambios forman parte de un proceso adaptativo que permite a las madres responder mejor a las necesidades de los más pequeños, y facilitar el desarrollo de un vínculo fuerte y saludable. Cada mujer puede experimentar estos cambios de forma distinta, siendo común la necesidad de apoyo emocional y psicológico por parte de la familia.

 

ree

Durante y después del embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta diversos cambios, tales como la recuperación del suelo pélvico, la reestructuración abdominal y variaciones en el peso, todo ello en el ámbito físico. Las hormonas también fluctúan drásticamente, afectando al estado de ánimo y causando cambios emocionales.

En el plano emocional, muchas madres atraviesan un complejo período de adaptación tras el parto, marcado por el "baby blues" o tristeza postparto, que en algunos casos evoluciona hacia la depresión posparto. Estos cambios subrayan la importancia del autocuidado y del apoyo en el proceso de recuperación.

Entre los cambios físicos principales se incluyen variaciones en el cabello, el peso y la forma corporal. Tras unos meses de haber dado a luz, el cabello puede caerse en exceso, lo que a menudo impacta psicológicamente a la mujer. Los cambios en el peso y la forma corporal son evidentes e inevitables; para sobrellevarlos de la mejor manera, se recomienda realizar ejercicio físico, cuidar la alimentación y, en algunos casos, contar con una predisposición genética favorable. Es ideal comenzar una rutina de ejercicios antes de planear el embarazo, de modo que el cuerpo esté fuerte y saludable para recibir al bebé.

 

Respecto a los cambios hormonales, destacan el estrógeno y la progesterona. Durante el embarazo, estas hormonas aumentan significativamente, pero descienden de forma drástica después del parto, generando inestabilidad emocional. La prolactina, que contribuye a la producción de leche, también se activa después del parto y afecta al deseo sexual y a la regulación del estado de ánimo. Además, las hormonas tiroideas pueden presentar disfunciones tras el embarazo, afectando el peso, generando fatiga e incrementando el riesgo de depresión posparto.

 

Otro aspecto emocional para destacar es que el vínculo fuerte con el bebé puede causar ansiedad o incluso una sensación de abandono.

También hay cambios en la relación conyugal, ya que la llegada del bebé modifica los roles y añade responsabilidades. Esto afecta aspectos como la comunicación, el apoyo en la toma de decisiones y la intimidad. Adaptarse a un cambio tan importante como la llegada de un hijo puede ser desafiante, por lo que es crucial mantener una comunicación abierta con la pareja para expresar emociones en todo momento.

 

Por último, en la vida cotidiana, los roles individuales y familiares se ven afectados, incluyendo los de pareja, hijos y amigos. Cambian las prioridades, la percepción personal e incluso algunos proyectos personales tienden a ser replanteados.

A su vez se modifican las rutinas diarias y el autocuidado, ya que el bebé demanda gran cantidad de tiempo y atención. Esto puede hacer que las madres se sientan sobrepasadas y descuiden su propio bienestar, lo cual, a su vez, influye en el bienestar marital.

 

La recuperación de la madre varía a nivel interindividual, aunque suele tomarse un año como referencia para que el cuerpo se recupere por completo. Es importante realizar ejercicio físico y cuidar la alimentación, pues esto contribuye positivamente a la recuperación emocional, ayudando también a prevenir la depresión posparto.

 

 

En conclusión, los cambios neuropsicológicos que ocurren en el cerebro de la mujer tras el embarazo representan una adaptación esencial que facilita el vínculo afectivo y una respuesta adecuada a las necesidades del bebé. Estudios han demostrado que se producen modificaciones en áreas relacionadas con la empatía, el apego y el procesamiento emocional, incrementando la sensibilidad de la madre hacia las señales y necesidades del recién nacido.

A nivel físico, las mujeres experimentan también transformaciones importantes, como la reestructuración del sistema endocrino y el reequilibrio hormonal. Emocionalmente, el posparto puede conllevar desafíos como la adaptación a la nueva identidad de madre, cambios en las dinámicas familiares y, en algunos casos, trastornos como la depresión posparto o la ansiedad, afectando a muchas mujeres. Este conjunto de cambios físicos, neurológicos y emocionales convierte al posparto en una etapa de reto y adaptación, pero también de crecimiento y desarrollo, en la cual el apoyo familiar y social es fundamental.

En definitiva, el proceso de maternidad implica transformaciones profundas y complejas en la mujer, facilitando su adaptación a la nueva etapa y fortaleciendo el vínculo con su hijo.

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Clínic Barcelona. (s. f.). ¿Cómo afecta el embarazo al cerebro de la mujer? Clínic Barcelona.  https://www.clinicbarcelona.org/noticias/como-afecta-el-embarazo-al-cerebro-de-la-mujer

El Mundo. (2024, 16 de septiembre). El cerebro de la mujer pierde volumen y materia gris durante el embarazo, según un estudio. El Mundo. 

El País. (2024, 16 de septiembre). Un estudio muestra que el cerebro de la mujer pierde materia gris y volumen durante el embarazo. El País. https://elpais.com/salud-y-bienestar/2024-09-16/un-estudio-muestra-que-el-cerebro-de-la-mujer-pierde-materia-gris-y-volumen-durante-el-embarazo.html

Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas. (s. f.). La neurociencia del embarazo: ¿Cómo cambia el cerebro de la madre? Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas.

National Geographic. (2024, septiembre). El embarazo transforma el cerebro con cambios perpetuos. National Geographic.

Ribeiro, A. I., & Nunes, A. (2020). La salud mental en la atención primaria: Un enfoque centrado en la persona. Ciencia & Saúde Coletiva, 25(8), 3321-3334. https://doi.org/10.1590/1413-81232020258.3321.3334

RTVE. (2024, 18 de septiembre). ¿Cómo cambia el cerebro de la mujer durante el embarazo? RTVE. https://www.rtve.es/noticias/20240918/como-cambia-cerebro-mujer-durante-embarazo/16253106.shtml

Vaziri, M. (2021). Cambios neurobiológicos en el cerebro de la madre durante el embarazo y el postparto (Trabajo de fin de grado, Universitat Oberta de Catalunya). UOC OpenAccess. https://openaccess.uoc.edu/bitstream/10609/134410/6/mvaziriTFG0621memoria.pdf

 

 

 

Patricia Sanchidrian

Psicóloga

 
 
 

Comentarios


bottom of page